¿Te cuesta elegir nuevos vinos para pescado? Lo cierto es que se suele creer que la única opción es el vino blanco. Sin embargo, hace tiempo que esta idea ha sido desechada, y las posibles combinaciones se han multiplicado, ya que maridar ciertos vinos tintos o rosados con algunos pescados puede ofrecernos un sabor sorprendente al paladar.
En este artículo queremos mostrarte algunos conceptos básicos para elegir vinos para acompañar pescado y marisco. Así, sorprenderás a tus comensales y triunfarás como anfitrión.
[pswp_products ids=»2015,2000,2037″]Cómo elegir un buen vino para acompañar pescado
A la hora de escoger vinos para pescado o marisco, lo más importante es elegir un vino que no camufle el sabor del pescado, sino que ayude a resaltarlo.
Los pescados y mariscos pueden resultar algo más complejos de maridar por su contenido en yodo, debiendo por lo general elegir una bebida con un sabor más suave. Por eso, las mejores combinaciones suelen venir de un vino blanco, un tinto joven o un rosado ligero.
Para hacer un buen maridaje de vinos con pescado hay que tener en cuenta dos cosas:
- El porcentaje de grasa del pescado con el que acompañaremos el vino. Si es graso, semigraso, magro o blanco.
- Cómo es el cocinado del plato, es decir, si estamos ante un pescado a la sal, al grill o al ajillo, etcétera.
Vinos para pescado azul, blanco o marisco
Por lo general, cuanto más graso y sabroso sea un pescado, aceptará una mayor variedad de vinos, pudiendo usarse, por ejemplo, uno blanco con más cuerpo o un tinto joven. Algo similar ocurre con los mariscos. En cambio, cuando un pescado es suave o magro elegiremos un vino blanco joven y más afrutado.
Vino para acompañar pescado azul o graso
Los pescados azules son aquellos cuya composición de grasa oscila entre el 7 y el 15 %. Esta se distribuye por todo el cuerpo, dándole a su carne una tonalidad rojiza o rosada, siendo también un pescado muy valorado por su alto contenido de Omega-3. Algunos ejemplos son el bonito, el salmón, el atún, la sardina o la anchoa.
Son los más complejos de acompañar, porque su sabor intenso necesita de un vino con cuerpo y mayor untuosidad. Así pues, un buen maridaje será un vino blanco con mucho cuerpo, pasado por barrica más de seis meses. También, acompañan bien los rosados muy frutales.
Nuestra propuesta: Bordón Viña Sole y Diamante Verdejo.
Vinos para pescado semigraso
Esta categoría de pescado está conformado por algunos más grasos y azules más suaves. Tienen un porcentaje de grasa de entre 2,5 % y 6 %.
En este grupo podemos encontrar la trucha, el mero, el bacalao, la dorada o el rape. Encajan bien con vinos blancos de menos de seis meses en barrica, aunque se pueden maridar también con tintos jóvenes, así como con rosados cítricos.
Nuestra propuesta: Diamante Verdejo y Bordón blanco.
Vinos para pescado blanco o magro
Los pescados magros o blancos son los menos grasos de todos, con un contenido no superior al 2,5 %. Algunos ejemplos son la lubina, el lenguado, la panga o el rodaballo.
En este caso, un vino blanco ligero y fresco acompañará nuestra comida muy bien, por lo que se puede elegir también un blanco más untuoso pero con buena acidez.
Nuestra propuesta: Bordón blanco.
Maridar vino con marisco
En cuanto al marisco, tanto el vino blanco como un tinto joven pueden ser una buena opción. Igualmente, funcionan muy bien los espumosos. Y si tienes la ocasión de probar ostras, una excelente elección para acompañarlas es el cava o el champán.
Nuestra propuesta: Bordón blanco, Diamante blanco semidulce y Talla de Diamante.
Vino para acompañar pescado según el modo de cocinado
El sabor de nuestros platos de pescado puede ser muy diferente según su elaboración. Por norma general, y al igual que ocurría con los tipos de pescado según su sabor, cuanto más compleja y sabrosa sea la preparación, la podremos maridar con vinos con mayor cuerpo.
1. Pescados al horno o de elaboración sencilla
Si el cocinado es sencillo, como un lenguado a la plancha, irá a la perfección un vino blanco joven afrutado y ligero.
Cuando estamos ante un pescado al horno con guarnición, como la dorada, el rape o la merluza, un maridaje perfecto es también el blanco, aunque este puede ser un poco más untuoso que en el caso anterior.
2. Pescados al ajillo, al grill y a la sal
Los pescados y mariscos cocinados al ajillo quedan muy sabrosos, y permiten una mayor cantidad de vinos para su maridaje. Aceptarán muy bien un vino tinto joven o incluso un tinto dulce.
Un pescado asado a la sal tendrá un sabor intenso y puede ser muy interesante maridarlo con un blanco con cuerpo pasado por barrica más de seis meses, o por qué no, con un rosado muy afrutado.
Elección de vinos blancos para maridar con pescados y mariscos
Así pues, si estamos ante un plato de mar de sabor suave, nos decantaremos por vinos blancos jóvenes y afrutados, como un Bordón Blanco o un Diamante Verdejo, ideales para platos de pescado magro, como el lenguado o el rape, sobre todo si están cocinados a la plancha o al horno.
Para maridar platos más complejos, elegiremos vinos blancos más untuosos o que hayan permanecido en barrica más de seis meses, como puede ser un Bordón Viña Sole, perfecto para pescados azules o platos de mar elaborados, o un Diamante Blanco Semidulce para mariscos, por ser suave y untuoso en boca.
Como ves, las posibilidades a la hora de elegir el vino para acompañar pescado son más amplias que limitarnos únicamente a un blanco. La idea fundamental es tener en cuenta el tipo de pescado que empleamos en la comida y su cocinado, para elegir opciones que funcionen y que, a la vez, sean diferentes.
Esperamos haberte ayudado y que a partir de ahora tus comidas con sabor a mar sean aún más exquisitas, acompañadas de una copa elegida a conciencia para cada ocasión.
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