Cuando comenzamos a interesarnos por el mundo del vino, en seguida nos damos cuenta de que se trata de un universo complejo, que presenta una infinidad de propuestas diferentes sobre las que aprender. Vinos tintos, blancos y rosados…; vinos jóvenes, Crianza, Reserva o Gran Reserva; vinos especiales, vinos de Pago, vinos de diferentes Denominaciones de Origen… Quizá una de las cosas más atractivas del vino sea precisamente que las opciones donde elegir son interminables, por lo que uno siempre puede seguir descubriendo cosas nuevas cada día, seguir aprendiendo y seguir disfrutando.

Así, cuando vamos aprendiendo a apreciar las características propias de los vinos más asentados; las diferencias de elaboración y carácter entre los vinos de diferentes Denominaciones de Origen; o cómo el proceso de crianza influye y afina los aromas, sabores y colores de un vino; cuando vamos haciendo nuestros todos estos conocimientos, comenzamos a interesarnos por vinos más peculiares y diferentes. Es lo que ocurre, por ejemplo, con los conocidos como vinos de autor. Vinos exclusivos que suelen salirse de las categorizaciones más habituales, cuyo diseño y elaboración atiende a criterios totalmente subjetivos de cada enólogo y de cada bodega.

Hoy vamos a conocer qué es esto de los vinos de autor, qué es eso que los hace diferentes al resto y cuáles son sus principales características.

¿Qué es un vino de autor?

El cultivo de la vid y los procesos de vendimia, elaboración y crianza de los vinos se rigen por estrictos criterios de calidad, por los requerimientos técnicos marcados por el equipo enológico para conseguir un vino de unas determinadas características y por las normativas sanitarias aplicables al sector. Si la bodega productora está además adscrita a alguna Denominación de Origen, entonces tendrá que seguir los criterios de cultivo y elaboración marcados por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen correspondiente.

En este contexto, los vinos de autor suponen una excepción a la regla. En la elaboración de los vinos de autor, es el enólogo o el equipo de enólogos de la bodega quienes diseñan, dirigen y supervisan todos los procesos relacionados con la producción del vino con tiene libertad creativa en función de las características de cada añada, vendimia, etc.. Desde el cultivo de la vid y la selección de la variedad o de las variedades de uva a emplear; a los procesos de vendimia; los procesos de elaboración, crianza y guarda del vino. Manteniéndose, como es lógico, las mismas exigencias legales en materia de sanidad y de control de calidad del producto final.

Así, los vinos de autor suponen una apuesta personal de la bodega y del equipo enológico por crear un vino diferente, innovador e irrepetible. Es por eso que en el diseño y en la elaboración de estos vinos la libertad creativa es la principal fuerza impulsora, respaldada por los conocimientos técnicos y la experiencia del enólogo. El objetivo de todo vino de autor es, pues, diferenciarse del resto de propuestas del mercado, presentando un producto original que condense todas las facetas que componen la personal visión enológica del autor. Y como tal, hablamos de vinos de autor, por analogía con la acción del mundo de las artes, en el los creadores acostumbran a dejar su impronta en un cuadro, un libro o una obra fílmica, entendiendo que esta es una materialización en la que se ven representados.

¿Cuáles son las principales características de un vino de autor?

Como vemos, la característica definitoria de los vinos de autor es que se elaboran bajo criterios personales del equipo enológico o del enólogo de una bodega. Así, la libertad creativa es máxima dentro de los límites definidos por la propia naturaleza de los procesos de cultivo de la vid y de elaboración del vino. Por ello, cada vino de autor debería mostrar unas características organolépticas únicas. Sin embargo, esta misma concepción de los vinos de autor nos permite extraer también una serie de características más amplias que podemos tomar como comunes a todos ellos. Algunas serían las siguientes:

• Se elaboran desde un enfoque creativo de los procesos de viticultura y vinificación. No se escatima en recursos materiales para obtener las características deseadas en el vino.
• Son vinos innovadores. La creatividad, que marca todo el proceso de concepción y elaboración de los vinos de autor, invita a la utilización de nuevas técnicas de viticultura y de vinificación, a la experimentación en la elaboración del vino. Así, los vinos resultantes a menudo resultan originales e innovadores.
• Los vinos de autor suelen ser vinos de gran calidad. Al ser los vinos de autor una propuesta personal de un enólogo o de una bodega, los productores intentan dar lo mejor de sí mismos, por lo que si consiguen plasmar su visión en la elaboración final, el vino resultante será sin duda de alta calidad.
• Son vinos exclusivos. La elaboración de vinos de autor requiere de extraordinarias dosis de atención y dedicación por parte de enólogos y bodegas. Por ello, es imposible que hacerlos en grandes cantidades resulte rentable. Así, la producción de este tipo de vinos suele hacerse en tiradas pequeñas, de no más de 25 000 botellas.

Como hemos visto, los vinos de autor son vinos originales y diferentes por definición. Suponen la marca personal de un enólogo o de una bodega, el vino con el que intentan subir el listón en cuanto a calidad e innovación, con respecto a su producción habitual. Una “rareza” que se sale de las catalogaciones más tradicionales del mundo del vino.