Sin duda, lo que más llama la atención de cualquier tipo de vino rosado es ese color peculiar, que tanto nos recuerda a un bonito atardecer de verano, con una variedad de matices que va desde el rosa-anaranjado “piel de cebolla”, pasando por el salmón al tono “cereza eléctrico”.

Pero ¿cómo se consigue este abanico cromático tan atractivo? ¿Qué es lo que diferencia un vino rosado de un tinto o de un blanco? Te contamos todos los secretos de este vino tan especial que está ganando cada vez más protagonismo en los bares y restaurantes.

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Qué es un vino rosado

Al contrario de lo que se suele pensar, el rosado no es una mezcla de vino blanco y tinto -en este caso hablaríamos de un clarete–, sino que su elaboración es bastante compleja y requiere de una mayor atención, además de un considerable trabajo.

El rosado proviene de uvas tintas (o de su mezcla con uvas blancas) y su tonalidad dependerá del tiempo de maceración. Es durante este proceso llamado “sangrado” que el vino rosado extrae su color a través del contacto entre el hollejo de la uva y el mosto. Cuanto menor sea el tiempo, más tenue y blanquecino será el tono resultante. Por el contrario, a mayor tiempo de maceración, la tonalidad se volverá más púrpura o violácea.

Características principales

Las cualidades varían según el tipo de rosado, pero en general se trata de un vino suave, sin mucho cuerpo, que se sirve fresco. Por esta razón se asocia fácilmente a los periodos estivales. Aunque resulta apetecible en cualquier temporada, dada también su facilidad de maridaje con una amplia variedad de platos de la cocina mediterránea.

Con qué tipo de uva se hace el vino rosado

Las clases de uvas utilizadas para la elaboración del vino rosado cambian de país en país. En España, las uvas más frecuentes son:

• Tempranillo: es la más versátil, con la que se consigue un vino de mayor finura, intensidad y complejidad aromática.
• Garnacha: que da origen a tipos de rosados frutales y dulces, de personalidad más marcada.
• Syrah: con la que se logran vinos con mucho sabor y buen cuerpo, combina bien con otras variedades.
• Cabernet Sauvignon: aromática y tánica, que ofrece una amplia gama de resultados dependiendo de cómo se trabaje.

Distintos tipos de vinos rosados

Ahora que hemos entendido cómo se consigue y cuáles son las uvas más utilizadas para su producción, solo nos falta conocer los distintos tipos de vino rosado:

• Secos: son los más producidos en España y Francia. A menudo están compuestos por dos o tres variedades de uva.
• Dulces:para su elaboración hay que evitar que fermente todo el azúcar en el alcohol. Las uvas que mejor se ajustan a este tipo de rosado son la Merlot y la
• Afrutados: evocan notas frutales, además de la uva. Por ejemplo, melocotón, pera, manzana, grosella, albaricoque, cereza, etc.
• Semidulces: son vinos fáciles de beber, aptos para todo tipo de paladares, divertidos y frescos. Se caracterizan por una cantidad de azúcar entre los 12 y los 45 grados.
• De lágrima: en este caso, el nombre se debe a su método de producción, ya que se elabora a partir de un sistema de sangrado del mosto que aporta una gran calidad.

Los dos tipos de rosado de Bodegas Franco-Españolas

Emblemas de una tradición vinícola centenaria, en Bodegas Franco-Españolas ofrecemos dos tipos de rosados deliciosos, uno más seco, como es el Bordón Rosado, y otro más dulce, el Diamante Rosado Semidulce. Aquí te los presentamos con más detalle:

Bordón rosado

Es un vino rosado seco, elaborado a partir de las variedades de uva Garnacha tinta (50 %), procedente de los viñedos de La Rioja Oriental, junto a uva Viura (40 %), de La Rioja Alta, y uva Tempranillo (10 %). El mosto fermenta en contacto con los hollejos (pieles de uva) durante 12 horas, dentro de depósitos de acero inoxidable y a una temperatura controlada de 20 °C. Así adquiere su característico color “piel de cebolla” muy brillante y con tonos anaranjados. En la nariz destacan los recuerdos a frambuesa y cítricos. En la boca es fresco, sabroso y amplio, muy persistente.

Diamante Rosado Semidulce

Se elabora solo a partir de uvas Tempranillo (50 %) y uvas Viura (50 %). El contacto con piel, pulpa, pepitas y mosto se produce en depósitos de acero inoxidable, durante 14 horas y a una temperatura media de 10 °C. Sucesivamente, el mosto se separa de los elementos sólidos y se deja fermentar a una temperatura media de 16 °C. Transcurrida una parte de la fermentación, esta se paraliza por sistemas de frío con el fin de mantener los azúcares naturales que confieren a este vino su principal característica. Se obtiene así una bebida de color coral con ribetes de un rosa más intenso, y a la nariz aromas de frutos rojos y caramelo de fresa. En la boca es amplio, fresco y sedoso por su dulzor, de gran recorrido.

 

Los dos tipos de rosado se pueden maridar con platos ligeros, carnes blancas, pastas y pizza. Pero, antes de terminar, una última recomendación. Recuerda que la temperatura ideal para servir un rosado oscila entre los 6 y 8 grados, y que es preferible usar copas más pequeñas que las del tinto que mantienen mejor la temperatura.

Ahora, solo te queda disfrutarlo.

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