Dentro del programa Manifiesto hemos creado SOMOS. ¿Qué es SOMOS?

SOMOS lo creamos entre todas las personas que hacemos Bodegas Franco-Españolas.
SOMOS es nosotros y eres tú, quien también nos dejas que sigamos siendo.
SOMOS nace de nuestro objetivo de abriros nuestra bodega pero también dejaros entrar en nuestro corazón. El corazón de quienes estamos detrás de nuestros vinos, trabajando desde dentro y también desde fuera.
Porque JUNTOS, SOMOS BODEGAS FRANCO-ESPAÑOLAS.

SERAFÍN MELÓN, «DE LOS DE SIEMPRE»

Serafín es de «los de siempre», un compañero leal con una calidad humana difícil de encontrar. Humilde y con la sabiduría de quien lleva más de 30 años trabajando en nuestra bodega, no duda en ayudar a los que comienzan, transmitiendo sus experiencias y aprendizajes. Además, toda esta sabiduría la transmite a nuestros vinos, que en las labores de trasiega por sus manos pasan.

«Anécdotas hay muchas, pero lo que más me ha marcado a mí, es la evolución de la bodega en estos años, la forma de trabajar, la estructura de ella.»

BFE. ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en Bodegas Franco-Españolas? ¿Qué anécdotas recuerdas?
S.M.P.  Empecé en el año 1988, luego tuve un impás en el 1991 y volví en el 1996, hasta nuestros días. Anécdotas hay muchas, pero lo que más me ha marcado a mí, es la evolución y la forma de trabajar y la estructura de la propia bodega, por ejemplo, el suelo era hormigón, las barricas se rodaban por el suelo, en vez de utilizar la carretilla vas viendo cómo a lo largo de los años, va evolucionando el trabajo.

BFE. ¿Qué vino de la bodega es tu preferido?
S.M.P. Yo creo que en los últimos años me quedo con el Diamante, es un vino muy especial, que siempre que descorchas una botella, sabes que gusta, tanto a jóvenes como a los no tan jóvenes ajajaj. En realidad, Diamante siempre ha estado en casa.

BFE. Nos cuentan que eres un hombre muy comprometido con el medio ambiente. ¿Puedes contarnos tus acciones a favor de esta causa?
S.M.P.
Nada fuera de lo normal, intento hacer lo básico, separar los residuos correctamente, gastar la mínima cantidad de energía posible, este tipo de cosas, que las podemos hacer todas, todos sin tampoco tener compromisos especiales, simplemente, hacer lo que uno debe hacer.

BFE. ¿Qué causas crees que podría realizar Bodegas Franco-Españolas a favor del medio ambiente?
S.M.P.
Últimamente se están haciendo cosas, se está intentando gastar la mínima cantidad de agua posible, con los residuos se intentan clasificar de forma correcta. Pero se pueden hacer muchas más cosas, pero sí, Bodegas Franco-Españolas está comprometida con la causa.

BFE. ¿Qué significado tiene para ti Bodegas Franco-Españolas?
S.M.P. Hombre… con todos los años que llevo ya, si no significa nada… llevo toda mi vida ahí, es mi segunda casa, muchas experiencias, ¡está hasta mi sobrina!

BFE. Nuestros vinos, pasan por tus manos, a través de la trasiega, ¿Qué cambios ha experimentado dicho proceso desde que entraste?
S.M.P.
Es uno de los procesos que más ha experimentado cambios, cuando yo entré se trasegaba a mano, era manual, el proceso era el siguiente, se colocaba una barrica en la parte de abajo, una barrica limpia y a través de unas cañas de madera, las barricas tenían en las cestas un agujerito, sacabas el tapón de ese agujerito, metías la caña y por gravedad bajaban. La barrica que había que trasegar a la que tenías abajo limpia. Esa era la forma de trasegar antiguamente, por gravedad. Era mucho más lento y se trabajaba más. A día de hoy, se hace mucho más rápido y el trabajo físico es mucho menor. También cambió la forma de poner las barricas. Antes era en combo, unas sobre otra y ahora se hace en durmiente, se coloca la plataforma de hierro y una encima de otra, que es mucho más rápido trabajar así. Ten en cuenta hacíamos 50, 60 barricas, en comparación con ahora qué hacemos unas 150, si hay diferencia jajaj 

Antes.. el trabajo era físico, que ahora te lo hace una máquina, era más especial, hacíamos mucho ejercicio jaja. Llevábamos de una punta a otra las barricas rodando por el suelo, imagínate como acababas, llegabas a casa y solo pensabas en sentarte en el sofá. Las barricas se estropeaban y el suelo, al final las llevabas rodando por el suelo. Pero ahora, gracias a dios, ha cambiado y es más dinámico.