¿Alguien se acuerda de lo que era programar el vídeo VHS para no perderse la retransmisión de un capítulo de su serie favorita? En los tiempos de Netflix y otras plataformas similares, en los que devoramos series sin descanso a base de atracones de capítulos diarios, lejos quedan aquellos años en los que debíamos esperar toda una semana para ver en qué dirección avanzaba una trama televisiva. En los 80, perderse un capítulo significaba llegar al día siguiente al cole o al trabajo y exponerse a un chorreo interminable de spoilers. Por aquel entonces no sabíamos que un spoiler era un spoiler, pero fastidiaba lo mismo.
Para rememorar y hacer nuestro pequeño homenaje a algunas de aquellas obras maestras que conseguían mantenernos pegados a la tele día tras día y semana tras semana, hoy vamos a hacer un breve repaso por 10 de las series de los 80 más descaradamente clásicas. ¡Dale caña!
[pswp_products ids=»422,2010,466″]10 series de los 80 descaradamente clásicas
1. Falcon Crest, 1981
Comenzamos este repaso por algunas de las series más descaradamente clásicas de los 80 con Falcon Crest, que se estrenó en 1981 y finalizó las emisiones en 1990. Una soap opera o telenovela norteamericana de libro, que bebía de la herencia de otros grandes culebrones americanos de la época como Dallas (1978-1991) o Dinastía (1981-1989). Con más de 227 episodios, Falcon Crest fue una de las series pioneras en el arte del cliffhanger, eso de cerrar los capítulos con un momento de suspense álgido para mantener a la audiencia en vilo semana tras semana. En ella, se nos contaban las aventuras de los Gioberti, una familia que trata de hacerse con el liderazgo de la producción de vinos en una región vinícola que nos recuerda mucho a lo que sería la del Valle de Napa, en California. Todo un prototipo de telenovela sobre gente rica hasta arriba de laca, subtramas de amoríos, ambición y dramones varios, que tuvo mejor acogida en España que sus predecesoras, quizá por el contexto del mundo vinícola, mucho más familiar para nosotros que el de los negocios petrolíferos de Dallas y Dinastía.
2. El coche fantástico, 1982
“El coche fantástico es una trepidante aventura de un hombre que no existe, en un mundo lleno de peligros…” Así nos introducía la voz en off, a ritmo de sintetizador, cada uno de los 90 capítulos que se emitieron de esta serie desde 1982 a 1986. En un tiempo en el que por estos lares el españolito de a pie se movía en el superventas Renault 5, ver al bueno de David Hasselhoff diciendo aquello de “KITT te necesito” para pedir ayuda a través de su reloj a esa especie de Pontiac Firebird supertuneado y parlante, era una propuesta totalmente rompedora con el éxito asegurado. Un pedazo de clásico entre las series no ya de los 80, sino de toda la historia de la televisión.
3. V, los visitantes, 1983
Entre 1983 y 1985 se retransmitieron los 19 episodios de esta mítica serie de ciencia ficción. La trama trataba acerca de la invasión de la Tierra por parte de unos extraterrestres reptilianos procedentes de un lejano planeta de la órbita de Sirio. Una serie de ficción que vino a aprovechar el tirón del género que por aquellos años habían desencadenado, entre otras, las películas de la saga de Star Wars. La escena de la maléfica Diana desencajando la mandíbula para zamparse a una pobre cobaya permanece imborrable en la retina de todo aquel que vio V, los visitantes en los 80.
4. El equipo A, 1983
Pocas series de los 80 puede haber más descaradamente clásicas que El equipo A. Todo un hito televisivo de aquella década en la que se nos contaba las peripecias de este comando de soldados de fortuna a la fuga compuesto por Hannibal, Fénix y la maravillosa pareja cómica que hacían los personajes de M.A, y Murdock. El desarrollo de la trama de los 98 capítulos de El equipo A era básicamente el mismo. Un personaje inocente que sufría el acoso de un grupo de delincuentes solicitaba los servicios de El equipo A. A continuación, estos hacían una serie de comprobaciones para asegurarse de que la persona que les llamaba era de fiar, tras lo que Hannibal cerraba el trato enfundado en uno de sus mil disfraces. El equipo A daba un primer escarmiento al grupo criminal y estos contraatacaban, capturando y reteniendo al comando. En ese momento, comenzaba un capítulo paralelo de Bricomanía en el que los soldados construían toda suerte de artilugios para lograr fugarse y entregar a los malos a las autoridades, tras lo cual huían a su vez a la carrera. Por el camino, cientos de disparos y ni una sola baja.
5. MacGyver, 1985
¿Tienes un problema? Si tienes un clip, un chicle y el número de teléfono de MacGyver, tu problema no es problema. Esta serie de 139 episodios emitida entre 1985 y 1992 llevaba al extremo el planteamiento de los capítulos de El Equipo A en lo que al “hazlo tú mismo” se refiere. En este caso, el agente de la Fundación Phoenix se las ingeniaba, nunca mejor dicho, para llevar a cabo las misiones más difíciles sin necesidad de recurrir a la violencia. Su única arma, una navaja suiza multiusos. Un héroe de acción a la medida de todos los que nos volvemos locos intentando descifrar las instrucciones de un mueble de Ikea.
6. Alf, 1986
Vamos con otra de extraterrestres. Y es que Alf es el acrónimo de Alien Life Form (forma de vida extraterrestre) y el título de esta mítica serie de 102 capítulos emitida por la NBC desde 1986 hasta 1990. Una especie de sitcom que nos cuenta el día a día de los Tanner, una familia de clase media americana durante el proceso de acogida y adopción de Alf, un extraterrestre proveniente del lejano planeta Melmac. Un ser peludo, bajito, descarado, gracioso y entrañable, que se tira media serie intentando comerse al gato de la familia.
7. Aquellos maravillosos años, 1988
Con seis temporadas y más de 115 capítulos esta pedazo de serie emitida por la cadena ABC desde el 88 al 93 es sin duda alguna una de las mejores realizadas durante la década de los 80. Las vivencias de Kevin, el pequeño de los tres hijos de la familia Arnold, sirven como hilo conductor para hacer un repaso de algunos de los acontecimientos clave de la historia de EEUU desde 1968 y 1973, así como un buen retrato de la sociedad americana de aquellos años. Una fuente de inspiración inequívoca para nuestra Cuéntame cómo pasó, que fue todo un éxito en la época, ganando un Emmy a la mejor serie de comedia en 1988 con tan solo 6 capítulos emitidos. Y como guinda y envoltorio musical de esta magnífica serie de los 80, la desgarradora voz de Joe Cocker dándole una nueva vida al With a Little Help from My Friends de The Beatles.¡Ah! Y respecto a la eterna duda de si el actor que interpretaba a Paul, el amigo de Kevin, era Marilyn Manson, pues sería ya la repanocha, pero va a ser que no…
8. Seinfeld, 1989
Con 9 temporadas y 180 episodios, Seinfeld es otra de las grandes series televisivas jamás hecha y todo un referente audiovisual y cultural como comedia de situación por excelencia. La acción cuenta las aventuras cotidianas del día a día en la vida del cómico de stand up Jerry Seinfeld, quien interpreta una versión ficcionada —menos conocida y exitosa— de sí mismo. Cientos de situaciones surrealistas, grotescas y siempre graciosas inspiradas en las propias experiencias vitales de sus dos creadores y principales guionistas: el gran Larry David y el mismo Seinfeld. Una auténtica lección de comedia televisiva. Muy recomendable para todos esos fans tardíos de Friends…
9. Los vigilantes de la playa, 1989
Vamos con otra del gran actor, productor, músico y amante de las hamburguesas David Hasselhoff. Con 11 temporadas y 243 capitulazos (y ni uno malo) el gran reto de la serie era mantener la atención del espectador después de la hipnótica cabecera que introducía cada episodio. Trataron de hacerlo con una mezcla bien equilibrada entre tramas sesudas y un elenco con una capacidad de flotación muy por encima de la media. Si lo consiguieron o no, que lo decida cada espectador. Lo que sí lograron fue convertir a Los vigilantes de la playa en una de las series más conocidas y exitosas de la televisión mundial y en todo un icono de los 80 y los 90.
10. Cosas de casa, 1989
Y cerramos nuestro breve repaso por algunas de las series más descaradamente clásicas de la televisión con Cosas de casa. La serie contó con 215 capítulos que comenzaron a emitirse en 1989 y finalizaron en 1998. Nueve años de retransmisiones y risas en los que el personaje, en un primer momento episódico, de Steve Urkel consiguió pasar de mero secundario a auténtico protagonista del Show, respaldado por los miembros de la familia Winslow. Todo un pepinazo televisivo que surgió como spin-off de otra serie de comedia ochentera: Primos lejanos (1986-1993). Un auténtico referente cultural de la posterior década de los 90 y una de las series de comedia más vistas en todo el mundo.
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