La vid es una planta que requiere muchos cuidados y precauciones. A lo largo de la historia, han sido muchos los peligros que la han acechado, sobre todo en forma de plagas de insectos, y algunos de ellos han puesto en verdaderos aprietos al sector vinícola. Uno de los casos que se recuerda con mayor miedo y que, todavía hoy, sigue en boca de muchos es el de la filoxera.

La filoxera (Viteus vitifoliae) es un insecto que ataca a las hojas y raíces de la vid y que puede ocasionar grandes plagas y grandes daños a los cultivos de la misma. Su llegada a Europa supuso una grave crisis entre los bodegueros e influyó enormemente en el cultivo de la vid de nuestro país. De hecho, también tuvo su punto de importancia para la creación de nuestras Bodegas… aquí te lo vamos a contar todo con detalle.

¿Cómo llegó la filoxera a España?

La filoxera no es originaria de nuestras tierras. De hecho, tampoco es un insecto propio de otros lugares de Europa, sino que, tal y como lo conocemos ahora, procede de América. Allí, la filoxera de la vid es una especie de pulgón que suele alimentarse de las raíces de la planta, pero no necesariamente provoca su muerte. En cambio, en las especies de vid europeas sí que puede resultar mortal, debido al modo en que reaccionan estas a su ataque.

La filoxera de la vid llegó a Europa, aproximadamente, a mediados del siglo XIX. Durante esos años, había habido una plaga a causa del hongo oidium en zonas de Francia, Alemania y Austria, por lo que se decidió importar un nuevo tipo de vid desde Norteamérica, la vid Isabela.

franco españolas viñedoLo que sucedió entonces es que la vid traía consigo este tipo de pulgón al que ya se había adaptado, algo que no sucedía con los tipos de vid que predominaban en el viejo continente. Y, al ser un producto de importación, los focos por los que entró fueron varios, a través de distintos puertos de comercio marítimo, entre ellos el de Málaga, que fue el primer brote conocido en España, allá por el año 1878.

No fue éste el único punto de acceso a la península, ya que también entraron vides con filoxera a través de Oporto y por la frontera con Francia, el cual se suponía el origen más probable y peligroso, ya que los países centroeuropeos llevaban años luchando contra esta plaga. En Galicia, por ejemplo, fue durante la década de los 80 cuando más afectó la filoxera a las plantaciones, y unos años después se fue extendiendo al resto de zonas de la península.

La filoxera en La Rioja

La llegada de esta plaga a las vides de La Rioja se produjo en 1899, lo cual resulta bastante tarde, en comparación a lo que había sido en Francia y en otras zonas de España. De hecho, el país galo había sido uno de los que más sufrieron el ataque de la filoxera y esto hizo que todos los bodegueros de allí buscaran distintas alternativas.

franco españolas paisaje

Uno de ellos, llamado Frederick Anglade Saurat y procedente de Burdeos, decidió venir a nuestras tierras en 1880 a emprender aquí su negocio bodeguero, tras la gran plaga que asoló los viñedos bordeleses. Era el año 1890 y Anglade fundó  Bodegas Franco-Españolas e inició el comienzo de los que conocemos como vinos finos de Rioja.

Para cuando la filoxera llegó a tierras riojanas, a finales de esa década, los dos vinos iconos de la bodega, Diamante y Bordón, ya llevaban unos cuantos años de buenas cosechas. Y, lo que es mejor, ya se conocía el método para paliar los ataques de este pulgón americano: hacer injertos sobre vides de origen americano, las cuales ya presentaban resistencia al insecto.

Era el año 1890 y Anglade fundó  Bodegas Franco-Españolas e inició el comienzo de los que conocemos como vinos finos de Rioja.

bordon

La plaga de la filoxera de la vid siguió expandiéndose por la mayoría del territorio peninsular. A la Ribera del Duero llegó un poco más tarde, luego le tocó a Castilla-La Mancha y, por último, a la actual Región de Murcia, a donde llegó en 1911. Pero hay que decir que no en todas las zonas ocasionó los mismos daños. Las tierras manchegas, mucho más arenosas que las de otras partes de España, mostraron una mayor resistencia a la filoxera, y todavía hoy en día se mantienen gran parte de los pies originales de las vides plantadas en el siglo XIX.

En conclusión, la filoxera es una de las plagas más temidas por los viticultores de todo el mundo, aunque hoy en día ya se ha logrado paliar su efecto. Eso sí, hay que reconocer que Bodegas Franco-Españolas tal vez no existirían si no hubiera sido por su llegada a las tierras del sur de Francia hace siglo y medio, por lo que no podemos negar que, indeseadamente, también forma parte de nuestra historia.

Bodegas Franco-Españolas

Bodegas Franco-Españolas es una de las grandes bodegas de Rioja. Con nuestros 125 años de historia, continuamos siendo un referente a la hora de hablar sobre el mundo del vino.

Un comentario

  • Iván Morales dice:

    Sólo un matiz: la primera plaga grande filoxera en España se dio en Málaga en el año 1876. En aquel tiempo Málaga (lo que hoy son las DO Málaga y DO Sierras de Málaga) contaba con 121.000 hectáreas de viñas que quedaron arrasadas en poco menos de un año. Málaga durante siglos había sido el viñedo de España y el segundo más grande Europa. Sólo por curiosidad 😉

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