El vino ha estado presente en nuestras mesas desde tiempos inmemorables, un acompañante fiel de comidas, reuniones, charlas y celebraciones en las que siempre compartimos las mejores anécdotas. Si bien es una bebida fácil de tomar, existen una serie de pasos que nos permiten cuidar sus propiedades y así disfrutar de todo su potencial.
En este artículo te compartiremos el protocolo para servir vino que te ayudará a realizar este paso como si fueras un auténtico sumiller.
[pswp_products ids=»1999,2000,2011″]Protocolo para servir vino, un arte en sí mismo
El vino es un patrimonio gastronómico del mediterráneo y España es uno de los mayores productores a nivel mundial, con una variedad que vale la pena conocer y degustar. Como bien sabemos, el consumo responsable de esta bebida forma parte de un ritual que potencia todo tipo de sabores en nuestras comidas.
Si queremos aprovechar las propiedades del vino, es fundamental que respetemos ciertos pasos que van desde la temperatura, a la apertura de la botella y finalmente el vertido en la copa. Los amantes de esta bebida, al cumplir con un protocolo de servicio del vino en la mesa, ayudan a que cada botella descorchada sea valorada y degustada como corresponde.
Vamos con esos pasos que nos ayudarán a elegir, abrir y servir un buen vino.
1. Cuidemos la temperatura
Lo primero que debemos tener en cuenta antes de abrir y servir un vino es su temperatura, que dependerá de la variedad que vayamos a tomar. Cada vino suele tener su pauta propia en cuanto a la temperatura ideal de servicio, pero existen algunas indicaciones generales que podemos tener en cuenta.
- Vinos blancos: entre los 8 y los 10 °C
- Vinos espumosos: entre los 6 y los 8 °C
- Vinos rosados: entre los 8 y los 12 °C
- Vinos dulces: entre los 7 y los 9 °C
- Vinos tintos jóvenes: entre los 12 y los 15 °C
- Vinos tintos con crianza: entre los 16 y los 18 °C
- Vinos de licor: entre los 14 y los 16 °C
2. ¿En qué orden servimos?
Si quieres vivir la experiencia de hacer una cata en casa y te preguntas con cuál empezar, existe un parámetro básico para definir el orden de servicio. Debemos comenzar por los vinos considerados aperitivos como los espumosos, luego el blanco, rosado, tinto joven, tinto de crianza y finalizar con los dulces. Eso sí, ten en cuenta que estas son pautas orientativas. Al ser una experiencia sensorial, depende mucho del paladar y gustos de cada quien y de los tipos específicos de vinos que selecciones.
3. Abramos la botella
Ahora avanzamos a un momento crucial en el protocolo para servir vino, la apertura de la botella. Es fundamental hacerlo con calma, cuidando cada paso para evitar la contaminación de la bebida con elementos como pedacitos de corcho o del envoltorio del pico. Por otro lado, aunque existen varios tipos de sacacorchos, recomendamos el clásico de dos tiempos, aquel que suelen usarse en restaurantes y bares, debido a que es fácil de utilizar y guardar.
Estos son los pasos a seguir para la apertura:
- Coloca la botella en posición vertical sobre una superficie plana y estable.
- Retira la cápsula que cubre la boca de la botella haciendo un corte por debajo del anillo de gollete.
- Luego introduce la espiral en el centro del corcho, presionando mientras vas girando la botella.
- Sujeta con firmeza la botella y ve extrayendo el corcho con fuerza, es importante hacerlo despacio y no torcer el espiral para no romperlo.
- Por último, comprueba que no hayan quedado pequeños pedacitos de corcho en el cuello de la botella.
Te contábamos más sobre cómo abrir una botella de vino correctamente en este post.
4. Decantemos el vino
Este paso es clave para todos los amantes del vino, ya que en el decantador se oxigena el vino buscando que este libere los aromas que suelen quedarse dormidos por el tiempo de embotellamiento. Lo que haremos es verter el vino en un decantador, un recipiente de cristal cuya base es más ancha que la boca. Esto permite airear el vino y separar el líquido de cualquier sólido que haya podido quedar sedimentado en el fondo de la botella. El tiempo que el vino debe estar en el decantador puede variar según su tipo, color y edad, en general se recomienda dejarlo al menos unos 15 minutos, aunque existen casos con vinos de crianza donde este proceso puede tardar hasta 3 horas.
5. Vamos por la copa
Lo primero a tener en cuenta es no apoyar la botella en la copa en el momento de servir y, si vamos a tomar distintas variedades de vinos, cambiar de copa entre un tipo de vino y otro para evitar que se distorsionen los sabores.
Una vez que hemos oxigenado el vino en el decantador, pasamos a servirlo en la copa. En el caso de los blancos y rosados servimos un tercio de la copa, para que se conserve su temperatura. Con los tintos podemos llegar hasta la mitad de la misma, pero en ningún caso debemos llenar la copa hasta arriba.
Servir, brindar y disfrutar la experiencia
Conocer el protocolo para servir vino es solo uno de los pasos necesarios para adentrarnos en el apasionante mundo de la degustación. Pero existe otro igual de importante que no hemos mencionado: la curiosidad. Estar abiertos a probar nuevos varietales es clave para descubrir todo lo que el mundo vitivinícola tiene para ofrecernos.
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