Este es el título que elegimos para dar nombre a la cata de añadas históricas que celebramos el pasado miércoles en el Hotel Ritz de Madrid. Un día que sin duda ha pasado a representar un antes y un después para Bodegas Franco-Españolas. Para esta cita convocamos a los profesionales más relevantes del sector, entre ellos se encontraban; José Peñín, Amaya Cervera, Enrique Calduch, Ramón Francas…, y asi hasta 50 asistentes con los que tuvimos el placer de compartir este evento.

Empezamos viajando al pasado con una cata que ratifica que Bodegas Franco-Españolas continúa siendo, desde su fundación en 1890, una de las primeras bodegas de Rioja, protagonista indiscutible del origen Rioja.
La cata comenzó con nuestro Viña Sole Tête Cuvée Reserva, del que degustamos tres añadas pertenecientes al siglo pasado, concretamente las añadas 1959, 1978 y 1995.
Una verdadera emoción el comprobar que, tras un largo reposo en bodega, es un vino con una gran madurez y grandeza que nos hace recordar y agradecer a las generaciones de viticultores que dieron a luz a estos vinos empleando toda su pasión y su alma.
Continuamos el viaje con los tintos; Excelso Gran Reserva 1694, Rioja Bordón Cosecha especial 1969, Royal Gran Reserva 1975 y Rioja Bordón Reserva 1980. La experiencia fue una delicia, demostrando ser vinos que revelan el gozo del paso del tiempo.

Durante la comida presentamos la última creación de la bodega, Pálpito 2021, un 100% garnacha de edición limitada que representa la actualidad de la bodega y deja entrever un futuro apasionante.

Una selección de vinos únicos que revela la emoción del paso del tiempo, la esencia de la tradición y el esfuerzo de las generaciones.
Unos vinos únicos que demuestran que Bodegas Franco-Españolas es sinónimo de eternidad.

Toda la cata fue llevada de la mano de nuestro Director Técnico, Rubén Provedo.