Abrir una botella de vino es una de esas cosas que todos estamos acostumbrados a ver y que nos parece muy fácil de hacer, sobre todo cuando lo hace un profesional. Pero, si no estás familiarizado con el proceso de descorche de una botella, esta tarea se te puede llegar a atragantar un poco.
¿Cuántas veces nos hemos quedado con medio corcho en la mano o, lo que es peor, atascado sin poder sacarlo? Para que puedas disfrutar de tu próxima botella con todas las garantías, para que no te pongas nervioso si el corcho no responde como te esperabas o para no quedar mal delante de tus amigos la próxima vez que les invites a cenar a casa, aquí te vamos a dar unos consejos súper útiles para abrir una botella de vino como si fueras un auténtico sumiller.
1. Elige bien los utensilios
Parece una tontería, pero no lo es. Si no tienes todos los utensilios a mano, es probable que cometas alguna chapucilla con el corcho. Por eso, antes de abrir una botella asegúrate de tener, además del lógico sacacorchos, un instrumento que te ayude a cortar la cápsula (normalmente los sacacorchos habituales incorporan una pequeña cuchilla), un paño limpio o utensilio antigoteo y, si vas a abrir un vino blanco o uno rosado, una cubitera con hielo en el caso de que el vino no esté alrededor de los 7 o 10 ºC.
La elección de los utensilios, dependerá del momento. Si la reunión es informal, con el sacacorchos es suficiente.
2. Corta la cápsula
El primer paso para abrir bien una botella de vino consiste en cortar la cápsula que envuelve el cuello de la botella. Esto, de nuevo, parece tan fácil de hacer que mucha gente no se fija e incluso lo hace erróneamente, rompiendo la cápsula por la superficie de la botella.
Cortar la cápsula es tan fácil como utilizar la pequeña navajita que suelen tener los sacacorchos y rasgar la circunferencia completa por debajo del gollete (que es la parte más ancha que podemos encontrar en el cuello de una botella). Se corta por debajo del gollete para que el vino no entre en contacto con el aluminio de la cápsula.
3. Limpia el cuello de la botella
Una vez extraída la cápsula, pueden quedar restos de ella cercanos al cuello de la botella o, incluso, un poco de polvo. No es nada importante, puedes retirarlos con un paño limpio para que, posteriormente, no caigan en la copa al servir el vino.
4. Introduce el sacacorchos
A continuación, viene el momento más importante a la hora de abrir una botella de vino: la inserción del sacacorchos. Recomendamos el uso de sacacorchos de 2 tiempos ya que es el más práctico y fácil de usar. Para esto, mete el tirabuzón por el centro del corcho y gira el sacacorchos (no la botella) hasta introducir la última rosca. Si el tirabuzón es demasiado largo, procura no pasarte y atravesar el corcho entero, ya que podrías hacer que cayeran trozos de este sobre el vino.
5. Extrae el sacacorchos
No queremos parecer demasiado obvios, pero la extracción del sacacorchos también es otro momento crucial en este proceso. Sostén de manera firme este utensilio a la vez sostienes la botella y, si estás utilizando un sacacorchos de dos tiempos, tira con firmeza apoyándote en la primera pestaña para luego pasar a la segunda y sacar el corcho definitivamente.
Si lo que tienes a mano es un sacacorchos de mariposa, solo tendrás que bajar las alas hasta que el corcho salga por completo. Recuerda que, si está un poco duro, sobre todo en la parte final, no debes ladear el sacacorchos, ya que puedes romper el corcho y hacer que se parta o que caigan partes del mismo en el interior de la botella.
6. Limpia de nuevo el cuello de la botella
Con el paño, vuelve a limpiar cuidadosamente el cuello de la botella con el fin de retirar cualquier posible resto que haya quedado al extraer el corcho. También puedes verter una pequeña cantidad inicial del vino en la copa auxiliar para asegurarte de eliminar completamente los posibles residuos.
7. Ten paciencia
Como último consejo que te puede valer también para el momento de disfrutar del vino del mejor modo; te recomendamos que no tengas ninguna prisa. Esto no es una competición para ver quién abre la botella de vino más rápido o quién parece más habilidoso.
Tampoco te pongas nervioso si te cuesta más de lo que piensas la primera vez. No todas las botellas son iguales, ni todos los corchos, ni todos los sacacorchos. Pero, una vez que hayas cogido un poco de práctica, abrirás las botellas de vino de un modo muy ágil y muy seguro.
No has de olvidar que lo importante para disfrutar de un buen vino, es el momento y la compañía con la que lo compartes.