Si hay algo de lo que pueden presumir pueblos y ciudades de España es de tener en sus callejeros vías de lo más curiosas. Calles por las que pasamos a diario y lo hacemos sin preguntarnos el porqué de sus denominaciones. Hoy me comprometo a traeros algunas de las vías más llamativas y sorprendentes, pero os animo a que busquéis un poquito más, hay muchísimas.
Calle de Madrid en Madrid
Su denominación parece de lo más lógica y coherente, lo admito. Pero lo que resulta realmente llamativo es que la calle que lleva el nombre de la propia ciudad no tenga, por no tener, ni portales. De hecho no es una calle como tal sino más bien una trasera de un edificio. Entonces, ¿A qué se debe este desbarajuste? Muy sencillo, a escasos metros se ubica la Plaza de la Villa, donde se encontró durante siglos el Ayuntamiento de Madrid, por ese motivo alguien decidió que la calle que nacía a espaldas de esta plaza llevase el nombre de la ciudad, una calle que tras varias reformas urbanas se ha quedado casi a medias y sin comercios, ni viviendas ni locales. Tan sólo una pared con una placa.
Edificio Casa Cisneros. Foto:someone10x
Calle Laurel en Logroño
¿Quién no ha escuchado hablar de ella? La calle para ir de vinos por excelencia en la capital riojana y casi podríamos decir que en nuestro país, pero ¿qué pinta el laurel aquí? Según parece esta denominación viene del Siglo XVI cuando en ella se concentraban casi todas las prostitutas de la ciudad. Cuando éstas estaban en condiciones de poder recibir a algún cliente, colocaban una ramita de laurel en la puerta. Un guiño de complicidad a los posibles interesados en sus servicios que terminó por bautizar a esta hoy alegre y animada calle.
Calle Rómpete el Alma en Ferrol
Ya el nombre de esta calle gallega resulta bastante explícito y con esa denominación a uno como que no le entran demasiadas ganas de pasearla. Todo apunta a que es la marcada pendiente de su trazado la que, en relación al esfuerzo que uno tiene que hacer para subirla, terminó por implantarle este nombre.
Calle Salsipuedes en Pamplona
No podía faltar en este repaso una mención a mi ciudad, Pamplona y a la que seguramente sea su calle más inaudita. Junto a la catedral nos encontramos con la tranquila Plazuela de San José y en ella nace la famosa Calle Salsipuedes, que no es más que un angosto callejón sin salida, que da a un muro, de ahí su claustrofóbico nombre.
Calle Salsipuedes en el Casco Antiguo de Pamplona. Foto: Miguillen
Calle Me Falta un Tornillo en Arroyo de la Encomienda, Valladolid
Esto es lo que ocurre cuando sometes a votación popular que sea la gente la que decida el nombre de una ciudad, que te puedes llevar sorpresas como ésta. La votación se abrió para elegir el nombre de la vía donde se instalaría una tienda de muebles una famosa marca sueca. Las otras finalistas fueron “Como en casa, nada” y “Calle del abrazo en el sofá”. Viendo las otras opciones casi que nos quedamos con la ganadora.
Calle del Perro en Bilbao
En el casco antiguo de Bilbao nos topamos con la calle del Perro, famosa por la fuente del mismo nombre, la Fuente del Perro. En la que aparece representado un animal, ¿Adivináis cuál? Pues un león. ¿Qué sinsentido es éste? Muy sencillo, cuando a la fuente se le agregaron hacia el año 1800 los caños con forma de cabeza de león, los bilbaínos de la época que no sabían mucho de leones, pensaron que se trataba de perros. Por esta confusión empezaron a llamarle Fuente del Perro y de ahí, Calle del Perro.
Foto: Roberto Chamoso G
¿Os ha gustado conocer el origen de estas curiosas calles? ¡Espero que sí! Y es que no hay nada como pasear con los sentidos bien despiertos, en busca de explicaciones a todo lo que nos rodea.